Pues desde que salí de la universidad no he tenido mucha suerte que se diga. Conseguí un empleo de casi 13 horas en una empresa lejos de mi casa. Me pagaban un poco más que mis otros compañeros que trabajaban el mismo tiempo en otra empresa, pero la verdad no tenía más opciones en dónde laborar. Ese trabajo consumió mucho de mi en el año que pasó, mi jefa llegó a insultarme un día que salí de emergencia al hospital debido a un problema que mis compañeros no pudieron resolver. También trate de ingresar a una maestría, pero no sé si mi jefa se haya enterado o no, que empezó a dejarme el horario de la mañana con lo cual me dificultó mucho poder ir a una entrevista y me negaron la maestría a pesar de que ya había invertido en ella. Decidí renunciar hace unos días, se acercan de nuevo las postulaciones para maestría y cursos de certificación, quería comenzar a estudiar con lo que había ahorrado. En el fondo me siento mal, nadie lo sabe, pero la única razón por la que no me renunciaba aún es porque conocí a alguien allá. Esa persona me ayudó bastante, y en su momento salimos, mas un día de la nada comenzó a exigirme cosas y chantajearme y le dije que parará, nuestra relación se fue al caño. El día que renuncie me despide amargamente de esa persona. En el fondo quería a esa persona y admito que me alegraba muchas veces cuando estaba mal tras algún problema. Ya esa persona me dijo que se iba a buscar a alguien más, y nada quedaron las cosas allí.... Desde que paso todo eso no he podido dormir bien, casi no como y por más que trato no puedo salir del encierro. A veces me gustaría ser más como mi yo de la universidad, que era más feliz.