Así que nos volvemos a encontrar, pero cómo quisiera que esta sea la última vez... mi querida ansiedad. Me robaste mis mejores años antes de graduarme; me tomaste de la mano y bailamos juntos cuando perdí mi primera materia de cálculo; y ahora, oh ahora maldita sea, estamos tan confidentes momentos antes de presentar un reporte a mi jefe, uno que será responsable de mi tercera falta consecutiva. Pero qué sería de mi vida sin ti. Impulsivamente tomé la decisión de amarte para toda mi vida, aunque cada día reduzcas sin mucho dolor la mía; ¿qué sería de mí si no te tuviese ahora mismo como el día que amé y perdí a la que yo creía era el amor de mi vida? Me revuelvo en un remolino de viento para sólo despeinar mi futuro a mis ojos y perderme una vez más. Pero ya no quiero sabes. Eres el gusto culposo que me inició en la escritura y ahora mismo me envuelve como nunca para sólo soltarme al subir. No te digo adiós, tan sólo porque ahora mismo eres lo poco y único que me queda.