Quiero mandar un agradecimiento a un joven que me ayudó en momentos difíciles de mi vida y él no lo sabe, ni me conoce. Esto es para ti, Mauricio Lopez. Y un mensaje para su amiga Joyce Ormaza. Yo solía frecuentar la biblio con mis amigas, sin embargo tomé decisiones en cuanto a mi relación amorosa con consecuencias que ellas me dijeron. Pero sentí que fueron duras conmigo y decidí alejarme. Decidí quedarme en el Sweet and Coffee, por lo general, cerca de alguna esquina, asi si alguna de ellas caminaba cerca, no me verían. Con el correr de las semanas, notaba que había una pareja que con frecuencia se sentaban a conversar, Mauricio y una chica muy guapa de nombre Joyce, que después me enteré que había sido compañera de clases de un amigo mío. Ella le hablaba de un hecho amoroso que terminó mal y él le aconsejaba. Al principio, me causó enojo, pensé que a lo mejor él aprovechaba el momento sensible de ella para quizás tener otra intención. Pero juzgaba mal porque me había pasado algo parecido pero muy fuerte, con hechos que involucraron a mi familia. Y ahora estaba sola sin alguien que sinceramente me escuche sin que me recrimine o que solo quiera usarme. Por este abandono y el suceso que aún estoy superando, pensé en el suicidio. Este joven le hablaba a su amiga con un detalle y paciencia que ganó mi atención, y con el correr del tiempo pude notar, porque cuando no estás dentro de una relación es más fácil verlo, que no tenía otro interés que ayudar desinteresadamente a ella. Sus palabras eran profundas y me daba tranquilidad escucharlo. Me parecía interesante como le hablaba y no le metía en su cabeza que odie a alguien y tampoco hablaba mal de la persona que hacía sufrir a su amiga y tampoco el típico consejo que busque a otros hombres, que vayan a fiestas y cosas que a uno finalmente le terminan generando más tristeza (aprendí a las malas). Recuerdo especialmente una ocasión que tuve que irme de casa por presión de mis padres y estar unas semanas donde un familiar, fue un momento duro donde la depresión te hace pensar en la alternativa mas fatal. Justamente por alguna razón que no entendí, ellos tuvieron una conversación sobre la muerte, lo pasajero de la vida y como afrontar momentos de depresión. Este desconocido me hizo quitar las ideas suicidas que tenía. Quería agradecerle en ese momento pero iba a ser tan raro hacerlo y decidí seguir de espaldas a ellos, como casi siempre me sentaba. Pero aprovecho este medio para agradecerte, espero que lo puedas ver o que aun amigo tuyo te lo haga saber. No lo hice antes cuando estábamos en clases porque no soy tan buena para iniciar conversaciones pero agradezco de corazón que fuiste mi gran ayuda sin que lo supieras, y espero sigas ayudando a los que te rodeen. Y para Joyce, que por su historia pude también ayudarme, aprendí que la soledad es un tesoro porque podemos conocernos mejor a nosotras mismas. Y mejor eso a estar acompañada a personas que nos hagan sentir mas solas que la soledad propiamente dicha. Espero te sirva. Atte: Paula