Al año de terminar mi carrera en ESPOL, conocí a un chico al cual solo conocía de vista.
El terminaba una relación de algunos años y aún no había superado la traición de su ex.
Pese a ello, decidí continuar conociéndolo. Pasó mes y medio y me preguntó si deseaba ser su enamorada, obviamente acepté, me gustaba mucho y me estaba enamorando.
El por lo regular se quedaba en mi departamento y me dí cuenta que aún conversaba con la ex, cómo era de esperarse le expuse que eso no me agradaba.
Pasaron los meses y eso nunca cambió, adicional me asombraba que no conocía a ninguna de sus amistades, por el contrario el compartía con las mías.
Eso llegó a decepcionarme, pues siempre nunca lo traté mal y en ese tiempo el no trabajaba, asi que yo pagaba las salidas, viajes y obsequios. Esto nunca me importó ya que lo amaba y entendía su situación.
Lamentablemente para su cumpleaños, me dijo que no deseaba que fuese a lo que le habían preparado sus amigos ya que iría su ex. Escuchar eso me destrozó, hasta le tenía comprado su regalo de cumpleaños.
A los pocos días no pude aguantar y terminamos.
Después de varias semanas de reclamos, perdí completamente el contacto con el.
Luego de 5 meses me escribió, queriendo saber cómo estaba, no voy a negar que aún no había superado la situación con el, asi que me alegró leer su mensaje.
Pero a los pocos días ví en sus estados que ya estaba saliendo con alguien.
Asi que nuevamente le dejé de responder y como era de esperarse me escribió al siguiente año.
Esta vez para decirme que extrañaba todo de mí y deseaba verme. Hasta teníamos chats calientes.
Yo sabía que seguía con la misma chica, para no alargar la historia, nos vimos y si yo hubiese querido hasta teníamos sexo, pues aún existe esa química.
Al día día siguiente ví que le había posteado a la enamorada lo mismo que había dicho un día antes en persona.
Me dió tanta risa y al mismo tiempo pena de la chica, que es mucho menor que yo, supongo aún le falta tener malas experiencias. Asi que decidí enviarle los chats que había mantenido por algunas semanas con mi ex.
Cómo era de esperarse, la mayoría de las chicas cuando tenemos 24, 25 años, nos aferramos a alguien y no nos importa lo que nos enseñen así sea la verdad.
Debo dejar en claro que ya no estoy enamorada de mi ex, pero dadas las malas experiencias que he tenido, indigna ver el comportamiento hipócrita de las personas en general.