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Meta avatar Anónimo - #51022   Oct. 22, 2019, 7:09 a.m.
Desde siempre tuve en claro que lo máximo a lo que podía aspirar era a ser un plan de reserva, alguien que hasta cierto punto pudiera ser “un hombre que en verdad te quiera” en caso de que todo lo demás fallara. Sin importar cuanto lo intente, siempre termino cayendo en los mismos errores, aquello que evita que me puedas ver como algo más, y después me creo la víctima cuando yo soy quien más daño te ha hecho. Tal y como desde que tuvimos la oportunidad de entrar a la Espol, sigo quejándome de las cosas que me ocurren, de que no soy capaz de hacer aquello que otros logran con facilidad, de que soy inferior a todos los demás, de que no soy útil ni para mantener una conversación amena, de que mi presencia no te signifique nada más allá de un posible favor o una incógnita del estilo «¿Qué tan cuerdo estará hoy este tipo?», como si ello fuera a cambiar algo. Sin embargo, no dejo de pensar en aquello que pudo haber sido y no fue, todo culpa de mi inmadurez. Hasta el día de hoy me arrepiento de no haber actuado acorde a mi edad. Me sienta aún peor cuando noto que todo lo que hacías en su tiempo era obligado, por un sentimiento que no tengo idea si tan solo llegó a ser un sueño mío, o un espejismo provocado por mi propia mente, quizá sencillamente fui demasiado obsesivo, mi presencia debió significarte poco más que angustia, mientras yo creía que podrías estar siendo feliz, no miraba más allá de mi propia frente. A fin de cuentas, nuestros nombres nunca pudieron ser escritos el uno al lado del otro sin que algo se sintiera fuera de lugar. Actualmente, cada vez que te veo me siento como un idiota, te quiero y me encanta pasar tiempo a tu lado, pero ese mismo tiempo es algo que deja un vacío en muchas ocasiones. Tú pides no más, que te llegue a superar y que empiece una vida nueva a partir de ya, sin duda alguna me encantaría hacerlo y que, por tu parte, seas feliz, te gradúes, logres tus metas y cambies el mundo de la forma en la que me has contado, y que, de paso, encuentres a alguien que te quiera de verdad. Sin embargo, sigo siendo un necio, volviendo al mismo punto de partida una y otra vez, pareciera que me he estado torturando mentalmente durante todo este tiempo. Si alguien me lo recalcara, definitivamente le daría la razón. Por una parte, no quiero seguir siendo una molestia para vos, por otra, no creo que mi mente deje de traicionarme a corto plazo, y es que hasta el día de hoy sigo queriendo que nuestros caminos se vuelvan a unir. Pese a todo, te agradezco por aceptar pasar tiempo a mi lado, por soportar mis idioteces más de lo que cualquier otra persona podría haber soportado, por seguir siendo víctima del excesivo dramatismo y pesimismo que rodea estas palabras, por haberme dado un golpe de realidad, por ayudarme a notar que estaba siendo demasiado conformista, que no podía resignarme a quedarme en el lugar donde estaba, sino que debía esforzarme lo máximo que pudiera. Sonará como otra excusa más de idolatría para vos, pero en serio, gracias. Y perdón por haber entrado en tu vida, es algo que nunca tuve el derecho de hacer.
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