(No es una confesión) Solo quiero agradecerle al compañero politécnico que se paró en medio a taparme del caramelero pervertido del viernes en la parada de buses de la perimetral. No sé si lo hiciste a propósito, pero el depravado ese hacía señas obscenas y hablaba ni se qué porquerías (gracias al cielo yo traía audífonos) y de la impresión honestamente ni supe cómo actuar. Eres la única persona que hizo algo y aunque estaba nerviosa debes saber que te lo agradezco mucho.
De paso agradezco también al "oficial" de tránsito inútil, que en vez de ayudar me enseñó que solo sirven para quedarse parados como el huevo, sin nada mejor que hacer que mamar sol. Claro, como "no es su trabajo".
Pilas chicas, que solo porque hayan uniformados cerca no significa que vayan a mover un dedo para ayudar ya sea en la situación más cojuda.
Suerte que en la universidad existen caballeros.