Tengo un hermanito postizo, él es un primito que vive conmigo, es un niño muy fuerte y valiente, pero también es demasiado malcriado y mentiroso. Él ha pasado por cosas muy fuertes y a pesar de eso se mantiene bien, me llena de tantas fuerzas, aunque cuando hace travesuras me hace explotar de coraje y lo trato mal.
A mi me gustaría mucho tener más paciencia con él y ser un ejemplo a seguir, porque a pesar de que sea un tremendo malcriado, yo siento tanto cariño y responsabilidad que estoy dispuesto a cuidarle por siempre.
Sean buenos hermanos, recuerden que ellos los ven y absorben todo de ustedes. No sean duros con ellos y denles mucha atención, para que cuando ellos sean fuertes se cuiden mutuamente.