Confieso que me hice ayudándote solo por el postre que les daban en los comedores. Todo empezó un día que vi un vasito de gelatina y le dije muy amablemente al señor si podía venderme una, pero el señor me dijo que no podía ya que solo era para los ayudantes. Desde ese día me propuse como meta para el siguiente semestre ser ayudante ya que para mí ese era un postre que el dinero no podía comprar. Déjenme decirles que disfrute hasta la última cucharada del primero que me dieron este semestre ?